Educar en el Exilio
Texto de Santiago Torralba. "Desde hace algunos años, alumnos de la Facultad de Educación de Ciudad Real viajan a los Campamentos [de refugiados saharauis] a realizar sus correspondientes prácticas de Grado. Su aprendizaje va, sin duda, mucho más allá de los libros y de las palabras escritas en las pizarras y se adentra en un mundo donde la solidaridad y la justicia son motores necesarios para seguir el camino sea cual sea su destino." En la Sala de Exposiciones Ricardo Ortega de la Facultad de Comunicación se mostrarán algunas de las imágenes que conforman este proyecto. Bajo el título Educar en el Exilio, conoceremos de cerca la solidaridad y el aprendizaje mutuo que supone la educación.
Campamentos Saharauis
Casi doscientos mil refugiados saharauis habitan permanentemente la hammada argelina. En 1976 levantaron las primeras jaimas cerca de la ciudad de Tinduf, base militar en el sur del país. Las condiciones de vida para los que consiguieron escapar de la invasión de Marruecos y Mauritania tras la retirada de España de la antigua colonia serían, desde un principio, extremas. Los que no pudieron o quisieron abandonar el territorio sufrirían toda clase de vejaciones, incluidas la tortura y la muerte. La situación actual de este pueblo es, ante todo, incierta. Gran parte de su población experimenta unas circunstancias de vida que se alejan de garantizar los derechos humanos fundamentales.
Según el último informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) publicado en marzo de 2018, el número de personas que viven en los campamentos saharauis de Argelia asciende a 173.600 habitantes. Más de 90.000 se encuentran en estado de vulnerabilidad. La organización divide la cifra, separando niños de adultos, donde los primeros alcanzarían el 38% del total.
Servicios como el agua corriente todavía no existen. Al carecer de una red de suministro y alcantarillado, y los camiones cargados rellenan los depósitos con muy malas condiciones de almacenamiento e higiene. La electricidad, por otra parte, no llega a todos los campamentos. La alimentación continúa siendo pobre y generando grandes déficits nutricionales, siendo la salud una de las preocupaciones más urgentes.